Recogido

Mis plantas se mustian junto al camión de mudanzas. No se quién está más lánguido, si ellas o nosotros. La verdad es que nada ni nadie nos ha empujado a esto, nada excepto la situación actual. No se cómo se define eso de la situación actual, pero sirve para un roto y para un descosido. Es la situación la que como el agua caliente con la lana encoge nuestra alma, cada vez con más miedos y un final igual de incierto. Yo lo siento por ella, pero por muy fuerte y muy alta que sea la tal situación no me va a asustar.

Reconozco que en los primeros momentos estaba tranquilo, pero cuando llegó el camión, cuando a la hora mi salón había desaparecido, ahí me di cuenta de que el cambio estaba en marcha, y de que comenzaba una de las partidas de tetris más importantes que he jugado en mi vida. Cuando a media mañana llegó una amiguita de las niñas compungida, con un dibujo en las manos a modo de despedida, me derrumbé. Hacía tiempo que no lloraba, quizá ahí está parte del problema, hay que llorar más cuando sea necesario y reírse en idéntica medida cuando toque.

A la hora de comer estábamos fuera. Después de un Big Mac de supervivencia pura, salimos para la nueva casa, para nuestra casa de siempre, a esperar al camión. La organización es básica, además contábamos con la presión de la opinión de todos: «Con lo organizados que sois, esta noche tenéis la mudanza terminada». Las cajas fueron llegando, y las camas, los muebles, «¿la cómoda dónde va?». Y por primera vez me bloqueé, pasaba gente, llegaban bultos, un loco ir y venir que observaba desde mi propia desesperación. La llegada de la prima Ana fué un soplo de aire fresco, un par de manos más nos venían de cine.

Me subí al trastero y a «puerta gayola» fui recibiendo golpes y cajas uno tras otro, sabía que el éxito de la operación pasaba por ordenar aquellos metros cuadrados, y lo debí hacer bien porque al día siguiente publiqué con orgullo una pregunta: «¿Tu trastero es de chicle?, el mío si».  Avanzada la tarde llegó la Tía Inés, que hecha un brazo de mar nos dió el empujón que faltaba. A las once de la noche había llevado al contenedor de cartón más de 30 cajas vacías cuyo contenido estaba ya en su sitio. Pepe me ayudó con los cartones, es uno de los materiales más difíciles de manejar, plegados y sin plegar, y no servían los inventos, servía la fuerza, la que a mi no me quedaba ya. Esas cajas no fueron las últimas al día siguiente me deshice de otras tantas.

Acabábamos de enchufar la nevera, demasiadas horas sin frío, ya veremos qué pasa. Una llamada de auxilio si funciona es un éxito: «Juan, ¿tienes unas cervecitas frías?» Prestoso mi colega en pijama casual veraniego me solventa la papeleta. Las más ricas que he tomado en años, gracias amigos.

La noche de San Isidro dormimos solos en casa, como cuando éramos novios. Los niños estaban con la abuela Merche, otra pieza clave en la operación más juntos, más nos querremos. Al día siguiente, le teníamos que dar el empujón definitivo, cuando llegasen nuestros níños tenía que ser un hogar, y cuánto más acogedor y perfecto, mejor. Sabemos que nos exigimos demasiado la mayoría de las veces, pero a cambio si hay que ganar, ganamos.

Llegan los niños por la tarde, son más inteligentes que nosotros, y necesitan menos. Estaban mosqueados porque no habían dormido en casa, querían estar con sus papás. Después de reconocer el terreno ellos se mostraron encantados y nos aliviados. Lucía, que tiene esa capacidad para desequilibrar y para centrar, en un dibujo con mensaje de los suyos dijo: «Mamá gracias por haberme hecho una casa tan bonita», la madre que estaba angustiada se relajó, y desde ese momento a todos nos gustaba más, todo nos parecía mejor.

La casa está preciosa, nos faltan dos estores que están en producción, pero nos gusta un montón a todos. A ti te gusta hijo, pues para ti va a ser… Además qué decir de mis vecinos, mis amigos. Ellos han hecho otra parte tan importante como las demás, nos han esperado, acogido y recibido como si nada hubiese pasado, como si nunca nos hubiéramos ido. Gracias a todos, Juan y Patricia, Nacho y María, Camino y Fernando, Fernando y Bea, Loreto e Ignacio… A todos, por todo, ¡gracias chicos!

Ha sido una lección, otra más. Siempre defendí eso de que para atrás ni para coger impulso, hoy se que si no hubiese ido para atrás jamás cogeré impulso. Ahora han pasado 15 días, tenemos ya la perspectiva cogida, es nuestra casa, la que quisimos, la que tenemos.

En las situaciones difíciles es cuando una colonia de hombre se la juega, algo así decía el anuncio de Brumel. Esto no es un anuncio, es la vida real, y cuando las cosas se ponen difíciles, se la juega el pegamento que nos une. Yo tengo claro cómo se llama, se lo que es el amor, se cómo se usa y para lo que vale, se que lo tengo y lo comparto, lo recibo y lo disfruto, presumo y lo gasto.

El viernes previo al gran cambio estuvimos en uno de los mejores conciertos de Luis Miguel, seguramente el mejor que ha dado en España, y lo digo porque lo siento así, porque lo se, porque he estado en muchos.  Nos gustó, lo disfrutamos, nos emocionamos, nos unimos y recordamos toda una vida con una banda sonora maravillosa.

Se que no es fácil para nadie mantener lo que hubo, cultivar lo que hay y esperar con ilusión lo que habrá. Para nadie excepto para nosotros, porque para eso estamos aquí, para querernos Solamente.
De mis favoritas, «Amor, amor, amor»:

«Amor, amor, amor, nació de ti, nació de mi, de la esperanza. Amor, amor, amor, nació de Dios para los dos, nació del alma. Sentir que tus besos se anidaron en mi igual que palomas mensajeras de luz. Saber que mis besos se quedaron en ti haciendo en tus labios la señal de la cruz.
Amor, amor, amor, nació de ti, nació de mi, de la esperanza.
Amor, amor, amor, nació de Dios para los dos, nació del alma».
15 comentarios
  1. juanma dijo:

    No se si has visto la película Año Mariano, pero en ella hay una frase que utilizo mucho (y mucha gente me mira extrañado porque tampoco la ha visto).
    La frase es «te compruncio»

    Mi huída o nuevo comienzo en mi preciosa casa alquilada fue tambien motivado por la aparición en mi barrio de aproximadamente 227 millones de dominicanos en apenas 250 mts de calle y mis hijos y mujer no se merecen ese irrespirable ambiente de griterío, humos, malas caras y no descansar ningún día.
    En fin Javier, seguimos aplicando «la economía del bote de gel» y te recuerdo que siempre hay un buen cuchillo para rajarlo y sacar hasta la última gota.

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    • Y aún no te he contado que en el bote de la crema de manos, cuando crees que se ha terminado lo abres con una tijera y flipas con el 5% de CIU, está ahí. Mi Madre desde siempre lo hacía, partía el bote a lo ancho por la mitad usaba la crema necesaria y encajaba una mitad en otra. Supervivientes. Sabes que yo también te compruncio amigo.

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  2. Alfredo dijo:

    En estos momentos no voy a cambiar, y como siempre, casi de acuerdo en todo, menos en una cosa, que estás muy equivocado. Y esta vez no admito opinión en contra. Sentencio: ¿quién ha dicho que vayas para atrás? En todo caso, vas por un camino diferente, pero nunca para atrás. Lo importante no es caer, sino levantarse. Que tienes menos metros, pues a lo mejor tienes más cariño, y al final lo que cuenta en la balanza es el equilibrio. Que podías tener más, pues si, y también menos. Creo que cada uno es feliz dependiendo del nivel de exigencia que se ponga. Y yo te veo con la pelota muy bien amueblada, y no te vas a dejar amedrentar por unos metros cuadrados más o menos. De todo lo demás realmente importante, ya das muestras de ir sobrado.
    Ya te dije que lo mejor de todo es que te ahorras 3 km, y un buen rato de sueño para volver a retomar las salidas bicidomingueras.
    Animo y que no decaiga, que ya echabamos de menos tus peroratas, jeje.

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    • Y tal y cómo dices es. Sabes que es así y casi he llegado ya. Lo de caer dominado, ya ni sangro, y lo de levantarme lo que haga falta… con dos jotas y un pancito.

      Gracias por estar ahí, y por leer mis peroratas

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  3. Juan dijo:

    Espero que a la mínima no hagas la maleta y os vayáis a ir otra vez ¿eh?. Que ahora que ya nos hemos hecho a la idea, nos dejaríais tristes que no veas!!

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  4. Tito dijo:

    Estoy deseando ir al jardín, a tomar una cerveza y blasfemar al paso del tren… ¡qué deporte!

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  5. evaluna dijo:

    Terminar con Luis Miguel ha sido un golpe bajo… qué llorera!!! Estoy segura que la casa estará preciosa y eso es así porque es la vuestra. Un besazo!

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    • Hola Evaluna, la verdad es que si, que está preciosa… Y es precisamente por lo que dices, porque es la nuestra y así la vemos. Tu, que sabes bien cómo nos trata la vida, valoras mejor que nadie el planchado de mi camisa de cuadros…

      Besos y disfruta del sol y el aire libre

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  6. Loreto dijo:

    Estoy deseando que llegue a mi ventana esa nube de olor a paella de domingo…. bienvenidos!!!!,
    Gracias por aportar tanto, y Jacobo feliz con su nueva amiga.

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  7. NIEVES dijo:

    No lo había leído y creo que más sentimiento no puede contener. Siento no haber estado cerca, más aun después de ver lo que te supuso la ayuda. Es tiempo de disfrutar lo que tenemos y de seguir manteniendo ese hogar porque, como decía el título de una película «Una casa no es un hogar» y ese es el que importa. Adelante

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    • Hola. Estabas, estabais. No te sientas mal por ello, cada uno hizo lo que pudo y lo que quiso. Es mucho más hogar, gracias a Dios. Adelante vamos.

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